nota:

todos los fanfics (traducciones o propios) están en etiquetas así los pueden distinguir, no hice pagina para cada uno, hay una parte que dice etiquetas, ahí estan todos

miércoles, 5 de junio de 2013

siempre hay esperanza

¡Ya estoy harto!- pensaba Kurt cada vez que alguien le volvían a romper el corazón –no puedo más, ya no puedo más- Kurt empezaba a perder la esperanza. Cada vez que se enamoraba de alguien se, terminaba decepcionando, nunca eran ni la mitad de lo que él esperaba… siempre que alguien le gustaba se emocionaba mucho –quizá ese es mi problema- comenzó a pensar el chico –me enamoro muy rápido, y no hay alguien que llene mis expectativas…- Kurt comenzaba a frustrarse y creer que no encontraría alguien que correspondiera a ese amor –creo que debería rendirme, cada chico que conozco es un patán, o un tonto- estaba perdiendo las esperanzas sentía que no podría volver a creer en el amor, varias veces lo había intentado, encontrar alguien tierno, amable, caballero, que fuera lindo con él era enserio tan difícil?, parecía que solo atraía a raros, lo habían decepcionado tantas veces que empezaba a creer que no merecía el amor de nadie –y si es cierto lo que me dijo Sebastian?-
Sebastian era un chico que siempre molestaba a Kurt, desde que se había trasferido de la escuela Dalton a Mckingley, Kurt había intentado salir con Sebastian después de que repetidas veces Sebastian se lo había pedido pero resultó un desastre, y Kurt no lo quería. Así que en cierto modo Sebastian estaba dolido porque Kurt no se interesaba por él, así que todo el tiempo que alguien rechazaba a Kurt o que Kurt terminaba con su novio, además de ir a decirle que él no hubiera hecho algo así, Sebastian le hablaba muy feo le decía que nadie además de él lo iba a querer cosas que hacían que Kurt se sintiera mal y por eso no quería salir con Sebastian era demasiado pesado para su gusto.
Sin darse cuenta Kurt estaba caminando por una calle que no conocía, se había perdido en sus pensamientos y había salido del café sin darse cuenta, no estaba prestando atención a lo que hacía. Estaban en otoño, y los días estaban un poco extraños, en la tarde hacía un calor infernal, a Kurt no le gustaba sudar. Pero en la noche hacia mucho, mucho frio –Donde estoy- se preguntó a sí mismo
–estas en la 8° avenida, por la academia Dalton- le respondió una voz dulce y sexi que estaba detrás de él, al voltearse se encontró con un joven de baja estatura, cabello negro rizado controlado por un montón de gel en él, muy apuesto y muy bien vestido, que le sonreía y lo miraba con curiosidad en unos hermosos ojos color miel con enormes pestañas y cejas en forma de triángulo lo cual hizo reír un poco a Kurt que trato de aparentar –mira allá esta la academia- señaló el chico apuntando a un gran edificio muy elegante que Kurt había conocido bien, había estado en su año “freshman” ahí pero se cambió a la misma escuela que su hermanastro al terminar el curso cuando su padre se casó, lo cual fue un alivio ya que así ya no tenía que soportar a Sebastian todo el tiempo y ahora en la nueva escuela tenía muy buenos amigos, aunque solo había cursado un año ahí ahora.
–perdona no me presente- continuo el chico sin notar mucho el sonrojo de Kurt –hola mi nombre es Blaine Anderson- a Kurt se le iluminó la cara, este chico era muy lindo y lo miraba con una hermosa ternura
–no Kurt, ¿después de todo esto no has aprendido nada?- pensaba para sí mismo el chico que se empezaba a sonrojar aún más por la mirada de Blaine –soy Kurt Hummel- le respondió casi en automático mirando su sonrisa y notando el dulce aroma que emanaba del muchacho, este aroma lo volvía más atractivo aun. Kurt no podía parar de mirarlo y casi había olvidado que se había perdido. Aunque Kurt había estado en Dalton, no recordaba mucho, muchas veces se había perdido en esas calles, no era muy bueno para las direcciones además que se encontraba algo cansado
- ¿Estás perdido?- preguntó Blaine mirándolo a los ojos y acercándose un poco más
–emm… si- a Kurt le daba pena admitir que se había perdido, pero no estaba pensando sus respuestas, no pensaba mucho de lo que decía, estaba muy concentrado mirando a “Blaine Anderson” más atractivo que cualquier novio que Kurt hubiera tenido jamás y además, era muy atento y tierno.
– ¿Quieres que te ayude a llegar a algún lugar?- preguntó Blaine levantando un poco la cara de Kurt para mirarlo directo a los ojos, había agachado la mirada para ocultar un poco su sonrojo.
–No quisiera molestar- dijo Kurt soltándose de la suave y cálida mano de Blaine y agachando de nuevo la mirada.
–No me molesta- contestó Blaine sonriendo y  tomando de nuevo la barbilla de Kurt, el cual se volvió a sonrojar –ven, ¿a dónde quieres que te lleve?- continuó Blaine tomando a Kurt de la mano y comenzando a caminar hacia enfrente.
–emm… si quieres podrías dejarme en la preparatoria Mckingley de ahí si se cómo llegar- Kurt se sonrojó aún más pero Blaine no lo dejó bajar la mirada.
–oye- volteo a verlo Blaine comenzando ya a caminar –no bajes la mirada, tienes unos muy lindos ojos, todo el mundo merece el derecho de ver esos ojos- Kurt sintió como, si antes no estaba completamente rojo ahora el color tomaba completamente el control de su cara y veía a Blaine sonreír al notarlo –y, si quieres te llevo directo a tu casa, supongo que es un camino más largo…- Kurt no entendió bien lo que dijo pero accedió y le dijo la dirección –bueno, entonces tomaremos el camino más largo- dijo Blaine comenzando a jalar un poco a Kurt, que traía una maleta que llevaba a todos lados, pero en este momento pesaba un poco más de lo común y le lastimaba el hombro
–Auch- dijo el de cabello castaño moviendo un poco el asa de la maleta tratando de acomodarla para que dejara de doler.
– ¿Quieres que te ayude?- dijo Blaine y sin dejar que contestara le quitó la mochila a Kurt y se la puso él para seguir caminando.
–emm… -Kurt no sabía que decir –gracias- solamente dijo gracias, Blaine lo volteo a verlo, sonriendo. Siguieron caminando por muchas calles que Kurt no conocía, comenzaba a sentirse algo nervioso, en realidad no conocía a Blaine, era un chico que se había encontrado en la calle… nunca antes había hablado con él pero, de cierta forma sentía como si lo conociera de toda la vida, Kurt siempre había sido muy desconfiado pero, con Blaine era como si se conocieran de siempre, como si fueran viejos amigos, y extrañamente confiaba mucho en él y el estar con él lo hacía sentirse seguro… de pronto, Blaine rompió el silencio
– ¿Y, tú estudias ahí en Mckingley?- Kurt no sabía porque, pero no desconfiaba de Blaine en ninguna forma, había accedido a llevarlo a su casa y aunque  no se conocían, era muy amable y lindo.
–emm... sí, antes estaba en Dalton pero me transferí cuando mi padre se casó- respondió algo dudoso pero sentía muy firme y suave al mismo tiempo la mano de Blaine sobre la suya y eso lo hacía sentir bien
–Yo estudio actualmente en Dalton, voy a entrar a mi año “Sophomore”- le contó Blaine volteando a sonreírle de vez en cuando y aun sosteniendo su mano muy suavemente
–bueno, quizá por eso no nos conocemos- continuo Kurt –yo Salí de Dalton en mi año “Sophomore” ese ya lo cursé en Mckingley y tu entraste ese año a Dalton- dijo Kurt acercándose un poco, volviendo a recibir el suave aroma de la colonia del otro, en poco tiempo ese olor había logrado volverlo loco, era un olor muy dulce y Kurt se estaba enamorando hasta del olor de este chico.
–Entonces, dices que este año tú ya eres junior- preguntó Blaine para seguir la conversación aunque creía que era casi obvio que Kurt era junior
–ha, si- dijo Kurt entendiendo el motivo de la pregunta –sí, y la verdad en un principio me arrepentía un poco de haberme cambiado, pero ahora tengo muy buenos amigos y conozco mucha gente- Kurt en cierto modo no sabía de qué hablar pero se sentía seguro de que dijera lo que dijera Blaine no lo juzgaría ni lo criticaría y en verdad Kurt deseaba que sus presentimientos sobre Blaine fueran verdad.
-juegas algún deporte- no pudo evitar preguntar Blaine, ya que él era jugador de Rugby y eso le gustaba mucho –emm…- algo apenado Kurt –no, soy porrista-  dijo sintiéndose muy avergonzado por decirle eso a Blaine
–eres porrista?- preguntó Blaine volteando a ver a Kurt, algo sorprendido, sonriendo, le parecía muy interesante un chico porrista.
–Bueno, en cierta forma no hago muchas rutinas, más que todo canto- dijo Kurt pensando que Blaine se iba a reír de que era un chico porrista –patético ¿no?- dijo Kurt agachando de nuevo la cara.
–encantador- le contestó Blaine levantando de nuevo la mirada de Kurt y sonriéndole con ternura –pienso que es encantador que seas porrista, me parece muy lindo- Kurt volvió a sonrojarse pero ya no podía bajar la cabeza porque Blaine se acercaba más cada vez que él lo hacía y esto lo ponía muy nervioso –bueno, sigamos, ya no falta mucho para que lleguemos a tu casa- dijo Blaine mirando a Kurt, y ahora enganchando su codo en el del castaño provocando que sus cuerpos quedaran muy pegados y Kurt volvió a ponerse total y completamente rojo, tenía el aroma de Blaine tan cerca que sentía que ya se había impregnado en él.
La noche calurosa, de la nada comenzó a enfriarse y debido a que Kurt siempre llevaba muchos objetos variados en su bolsa no le preocupaba este tema. Sin embargo, comenzó a notar que Blaine tenía algo de frio porque sus dedos se había enfriado de la nada, estaba casi helado, sin controlar sus manos, toco la mejilla y la nariz de Blaine y noto que también estaban heladas
–te estas congelando- le dijo a Blaine algo preocupado, Kurt tenía la tendencia a ser muy caliente así que no era un problema, pero por cualquier cosa siempre llevaba en su maleta algunas cosas para el frio, por el cambiante clima de donde vivía
–si- rio Blaine tomando un poco más fuerte la mano de Kurt que tenía agarrada –un poco- Kurt comenzó a acercarse un poco más a él, y pronto recordó la bufanda que traía en su maleta.
–espera- sopesó deteniéndose de golpe y jalando a Blaine para detenerlo –tengo… una bufanda en mi maleta- se detuvo a observar el outfit de Blaine, ya que no le agradaría prestarle la bufanda si no quedaba con lo que llevaba puesto, pero notó algo en lo que no se había fijado, algo raro en él, Blaine iba muy bien vestido, bien arreglado y a la moda, y justamente quedaba perfecta la bufanda, así que tomó su mochila, y la sacó para ponérsela a Blaine, ya con la bufanda puesta, lo volvió a tomar del brazo y siguieron caminando, Kurt vio como entraba a su cuadra, ya reconocía donde estaba, o bueno quizá pudo haber reconocido algo antes pero estaba muy ocupado analizando y deleitándose con el buen gusto, hermosos ojos y aroma del chico que lo llevaba tomado de la mano.
–bueno, creo que aquí ya vas sabiendo donde estas- dijo Blaine en una risa notando que Kurt miraba a todos lados.
–hm… si es raro, he pasado millones de veces por estas calles pero hoy… se sienten diferente- se le salió a Kurt, no notó lo que dijo pero cuando lo notó también pudo darse cuenta de que Blaine pintó una hermosa sonrisa que no le había visto en la media hora que habían estado caminando y charlando, una sonrisa que reconocía bien, una sonrisa que había visto muchas veces en él y que solo había visto una vez en alguien más además de Blaine, es la misma sonrisa que puso muchas veces Sebastian antes de que Kurt le dijera que no era su tipo. Esa mirada que había visto muchas veces en el espejo cuando estaba arreglándose para salir con alguien que  le gustaba mucho, esa mirada, que le había causado tantos problemas antes.
Aparentando que no había visto nada que le resultara familiar, comenzó a jalar a Blaine a la puerta de su casa deseando que su padre no estuviera en casa, Carole (su madrastra buena) y Finn (su hermanastro) no le preocupaban pero su padre era muy celoso sobre todo desde que supo que Kurt era gay –bueno, ya llegamos- dijo Kurt algo triste, de ya no poder pasar tiempo con Blaine, pero sabía que si Blaine no le pedía su número pronto moriría de tristeza –bueno- continuó algo impaciente –no tendrás problemas en llegar a tu casa?- Kurt no se había percatado de la molestia que era, quien sabe dónde vivía este chico, pero podría estar en peligro al volver a su casa.
–Sabes algo gracioso…- dijo Blaine sonriendo y por primera vez mirando hacia abajo –vivo a 4 cuadras de aquí- Kurt no lo podía creer, básicamente la vida había tratado de que se conocieran, vivían muy cerca, Kurt había ido a la misma escuela en la que Blaine estaba y se encontraba cerca de Dalton cuando Kurt se había perdido.
–Kurt… estaba pensando…- Blaine se había puesto algo nervioso –no sé cómo decir esto… iré al grano, cuál es tu numero- a Kurt se le detuvo el mundo, en cierto modo, había esperado toda la noche para oír eso.
–pues… -Kurt, algo sonrojado, Blaine tomó su celular y se lo dio a Kurt, el cual escribió su celular y se lo entregó a Blaine, algo nerviosos, ambos, solo se miraban –hasta luego Blaine- dijo Kurt tomando de atrás de él, el pomo de la puerta y abriéndola para entrar. –hasta luego Kurt- le contestó Blaine sonriendo y mirándolo con mucha ternura en sus ojos, ambos olvidándose de la bufanda y de la mochila.
Kurt solo entró y al cerrar la puerta se recargó contra ella y en un gran suspiro calló hasta el suelo desconcertando a Carole que, estaba acostumbrada a ver y prácticamente vivir todos los enamoramientos y decepciones de Kurt –que es ahora Kurt- dijo Carole en un modo amistoso y paternal mirándolo y en cierto modo preocupada porque siempre terminaba lastimado de cuando se ilusionaba – ¿seguro que no resultará como siempre?- pregunto Carole como para que Kurt tocara el piso.
Kurt lo pensó un poco, nunca había visto esa sonrisa tan tierna en nadie además de Sebastian, no la podía quitar de su mente, el tema con Sebastian era su actitud y Blaine sin embargo era tan lindo y dulce que no se parecía en nada a él. Después de repasar lentamente todo lo que había pasado tan rápido esa noche Kurt recordó algo… Blaine se había quedado su mochila y su bufanda entonces, Kurt tomo su celular, planeaba mandarle un mensaje a Blaine y decirle que debían verse al otro día para que le devolviera sus cosas, que era urgente pero en el momento en que iba a enviar, sonó el timbre.
Carole abrió la puerta y Kurt se llevó una linda sorpresa –emm Kurt, creo que no te devolví tu mochila- dijo la melodiosa y sexi voz de Blaine a través del marco de la puerta.
–Creo que se está quemando la cena- dijo en ese momento Carole y salió corriendo hacia la cocina. Kurt se rio entre dientes ya que Carole no cocinaba casi siempre la cena era instantánea o la cocinaba Kurt.
–gracias de nuevo- dijo Kurt de una manera tierna tomando su maleta y tirándola por un lado de la puerta dentro de la casa –quisieras pasar- mencionó Kurt sin percatarse de lo que decía. Blaine sonrió de nuevo con esa sonrisa que a Kurt le encantaba.
–lo siento, me encantaría pasar, pero si no llego pronto mi hermano se preocupara, y ni hablar de lo que me hará mi madre- Kurt también sonrió aunque algo decepcionado en verdad moría por pasar un rato más con Blaine –perdón, no te devuelvo tu bufanda porque así, tengo una excusa para invitarte un café mañana- dijo Blaine acercándose mucho a Kurt hablando a su oído, tomándolo por sorpresa y dándole un ligero pero dulce beso en la mejilla. Después poniéndose bien la bufanda salió corriendo y Kurt lo miró hasta que se perdió en la esquina.
Carole que había estado viendo todo desde la puerta de la cocina solo metió bien en la casa al petrificado Kurt y cerró la puerta.
–Tú también lo sientes verdad- dijo Kurt saliendo del trance y mirando con ilusión a Carole – ¿qué? Esa sensación de cuando simplemente sabes que alguien es el correcto, si… quizá él podría ser el correcto para ti Kurt- dijo con una mirada de inspiración que hizo a Kurt sentir algo extraño. Pero ignorando esa sensación Kurt tomó su mochila y se dispuso a subir a su cuarto, corrió hacia él y cerrando la puerta con cuidado de no despertar al seguramente dormido Finn, se tiró sobre su cama abrazando su mochila y percatándose que tanto a su ropa como a su mochila se les había impregnado ese dulce aroma, ese penetrante y perfecto olor, el olor de Blaine y se dio cuenta de que por primera vez comenzaba a creer en el destino.

bfiubwefuibfikbdweib

[ADVERTENCIA: en este FanFic se tocan temas de relaciones gays si eres una persona sensible o muy juiciosa o simplemente no eres fan de Klaine no lo entenderás y te parecerá grotesco etc., etc.
Entre esta pareja este tipo de temas son tratados de una manera dulce, muy abierta y razonable, no como en la mayoría de los programas ponen que una relación gay es solo sexo. Para ellos es amor, dulzura y romance (obviamente incluye también lo otro, son jóvenes se quieren divertir pero con una persona que aman no con el primer hombre que se les ponga enfrente y agrego: UN GAY LES JURO POR LA BUJIA DE MI HERMANA QUE NO QUIERE VIOLAR A TODOS LOS HOMBRES QUE VE!!!) así que resumiendo este fic toca temas algo fuera y por eso es mi página yo escribo lo que quiera y si no te gusta es tu problema]

** [PENSAMIENTOS DE Kurt] ya tiene 6 meses que me mudé con Blaine, a su departamento, desde que lo compro de hecho, y nunca me ha… intentado forzar ni nada como decía mi padre… de hecho aún somos vírgenes los dos aunque creo que como siempre le digo que no, se está desesperando un poco. ** pensaba Kurt sentado en la cama aun en pijama tratando de buscar una excusa para convencer a Blaine de que no era tiempo pero ya lo es.
 -¿Qué día es hoy? … ¡ES 4 DE FEBRERO MAÑANA CUMPLE Blaine!! ¡COMO ES POSIBLE QUE NO ME HAYA DADO CUENTA!! Hay que mal novio soy, que le puedo regalar… Lo bueno es que a Blaine no le gustan las fiestas, el prefiere que estamos los dos juntitos y veamos una película o tengamos una cena romántica o algo así, mmmhm ¡ya sé! qué le voy a hacer para su cumpleaños  **tiene suerte que no me haya acordado antes porque le organizaba la mayor fiesta de su vida**
mm bueno, le prepararé una rica cena, y pasaremos una linda noche escuchando música acurrucaditos en el sillón, como le gusta y pasar toda la noche juntitos y… y… pues estoy pensando que de regalo de cumpleaños podría… podría…
-Ah Kurt ¿qué estás diciendo?- entra Blaine y lo abraza de la cintura
–ah, ah mmm- algo nervioso –nada amor solo… pensaba en voz alta-
Blaine no se quedó tranquilo con eso –y que pensabas mi amor-
Kurt no sabía que responder –pues… que tengo mucha suerte- Blaine no sabía de qué estaba hablando, Kurt se voltea y le da un beso –sí, que tengo mucha suerte, porque tengo el novio más lindo, más dulce, más tierno, más considerado, más romántico, mas… mas…- Kurt ya no sabía cómo continuar –que más ama a su novio- continuo Blaine –y que daría lo que fuera porque su novio confiara en él- Kurt se extrañó por esa última frase –confiara en él?, porque dices que no confío en ti- Blaine lo miro, y volteándolo en la cama, logrando recostarlo y quedando sobre él –porque llevamos 6 meses viviendo juntos y aun somos vírgenes, dormimos en la misma cama abrazados todas las noches y aun no has querido que estamos juntos de verdad- le dijo en manera de reproche pero también de un modo muy dulce y provocador –pues… Blaine yo estaba buscando el día y momento indicados- le dijo Kurt tratando de quitarse de debajo de él plantándole un dulce beso y rodando quedando arriba ahora – ¿y cuándo será el momento indicado?- pregunta Blaine provocador, estaba algo sudado y no traía camisa ya que había estado arreglando el patio y hacía mucho calor, Kurt se acababa de levantar y traía su pijama, pero hacía mucho calor (o bueno ellos tenían calor) –Kurt, ¿no tienes calor? Traes franela! Hace mucho calor para una pijama así!- Kurt la verdad si tenían calor, pero temía despertar al Blaine carnívoro (ohh si cannablaine) y no poder resistir sus miraditas y sus mimos y terminar consintiéndolo antes de que fuera hora [Kurt quería hacerlo, pero empezar justo a las doce como regalo de cumpleaños] –si Blaine tengo calor, pero mejor me meteré a bañar, así se me quitará el calor- intentando ponerse de pie, Blaine se incorporó junto con él y lo abrazó de la cintura pasando sus manos por debajo de la camisa –me dejas bañarme contigo, para “ahorrar agua”- le dijo Blaine, muy dulcemente al oído y lo sujetó más fuerte, pasando sus manos por debajo de los brazos de Kurt casi quitándole la camisa –¿sí? ¿Mi Kurtie?- a Kurt e le detuvo la respiración, no bastaba con que ya lo había hechizado con la manera de abrazarlo, la manera en que lo tocó y aparte lo poseyó, sino que también le dijo “Kurtie” amaba que le dijera así, pero también lo odiaba ya que con esa palabrita lo convencía de todo, a eso se refería con que no lo obligaba, ni que nunca había tratado de forzarlo, nunca había usado el “Kurtie” para ese tema, cuando lo usaba significaba que enserio ya tenía muchas ganas de estar junto a él –pero si te bañas conmigo nos vamos a bañar bien- le dijo a Blaine algo tartamudo pero como advirtiéndole –sí, te voy a bañar bien eso es seguro- dijo Blaine hablándole al oído, esa frase paralizó a Kurt –te amo- continuó Blaine hablándole al oído a Kurt era provocador pero muy dulce y tierno a la vez, solo Blaine podía hacer eso.
Kurt estaba muy nervioso así que decidió resistir lo más que pudiera, y lo logró, lograron bañarse juntos sin que nada aparte del baño pasara, bajaron, Kurt preparó la comida, comieron etc. (adelanto esta parte ya que no es muy importante aunque si podría sacar algo de estas escenas pero eso será otro día, hoy me quiero enfocar en el regalo de Kurt)
Llegó la noche, y todo el día Kurt pasó esquivando los intentos de Blaine para tener relaciones, por lo que Blaine llegó a pensar que no era lo suficientemente atractivo, o que Kurt ya no sentía lo mismo por él, estuvo tan preocupado por cosas así que nunca recordó que al otro día cumplía años, así que si fue sorpresa lo que Kurt quería hacer. Después de estar deprimido mucho rato viendo la tele pensando, dando vueltas en su cabeza preguntándose por qué Kurt no quería estar con él, le dio sueño y decidió subir a dormir, llegó se recostó en la cama boca abajo.
Kurt llega se recuesta a su lado, toma su brazo y lo acomoda para que lo abrace, Blaine se queda así, sin moverse, sin intentar nada, sin besarlo ni nada –¿qué tienes amor?- dice Kurt mientras se voltea para darle un beso, Blaine no contesta –¿qué pasa chiquito?, ¿estás enojado?- le dice Kurt dándole otro beso y volteándolo quedando recostado sobre el pecho de Blaine y tomando sus dos brazos para que lo abrazara –mm te amo- le dijo Kurt recostado entre los brazos de Blaine tratando de hacer que reaccionara.
–pues al parecer, no lo suficiente- Kurt respondió riendo.
– ¿Por qué dices eso?, ¿lo dices porque en todo el día no te deje llegar a 3 base?- Blaine aun teniendo a Kurt entre sus brazos solo se quedó callado, Kurt se volteó y le dio un beso – ¿qué hora es Blaine?- Blaine volteo y se dio cuenta que casi era media noche.
–las 11:58- dijo
–Bueno en lo que te explico dan las 12:00- continuo Kurt sentándose en la cama – ¿sabes qué día es mañana?- le preguntó a Blaine haciendo que recostara su cabeza entre sus piernas y acariciando su pelo.
–No- dijo Blaine algo dudoso.
–Pues… mañana es 5 de febrero amor, o bueno mejor dicho en unos minutos es 5 de febrero ósea que es…- dijo Kurt pero Blaine concluyó.
–Mi cumpleaños- dijo Blaine algo perdido y entendiendo un poco lo que trataba Kurt.
–y entonces por tu cumpleaños, quería que tuviéramos nuestra primera noche juntos, empezando justo a las 12- a Blaine le cambio la cara –te amo Blaine y nada hará que eso cambie, no tienes idea de cómo batallé para reusarme cada vez que querías que estuviéramos juntos, pero yo quería guardar eso para esta madrugada, para poder estar contigo en tu cumpleaños- agachándose y hablándole muy cerquita y muy despacito al oído –y que siempre recordáramos esa fecha como el día en que en realidad estuvimos juntos al fin- Blaine miró a Kurt con cara de ternura y amor, le sonrió  y sin decirle nada, solamente lo beso
–Mi amor- le dijo Blaine levantándose y recargándose en él.
–Entonces que… ¿sigues amargadito o preferirías besarme?- ||Blaine se volteó y tomando a Kurt por la barbilla lo besó.
– ¿Cuál dices que va a ser mi regalo?- preguntó Blaine con un tono provocador, haciendo que Kurt se perdiera en su boca
–mmm. No lo sé… que te gustaría- contestó Kurt algo juguetón, ya no tenía por qué resistirse a los encantos y provocaciones de Blaine, podía hacer una de dos, dejarse llevar por las provocaciones o llevarlo él al final,
-hmm tu sabes muy bien lo que quiero- dijo Blaine con una mirada muy provocadora dirigiendo su mano a la pierna de Kurt.
Blaine siguió provocando a su novio, él quería llevarlo hasta el extremo, él quería provocar que Kurt estuviera muy, muy excitado. Para poder ver a su novio rogarle por quitarle la virginidad, en cierto modo Blaine quería ver a Kurt vulnerable, quería que le rogara por estar juntos y ciertamente no batallaría mucho para que eso pasara, después de estar todo el día evitando seguirle la corriente, Kurt tenía muchas ganas de tener relaciones con Blaine ya que hacia un tiempo que estaba buscando un momento preciso para poder estar completamente juntos
–Te amo mucho- dijo Blaine colocando a Kurt debajo de él haciendo que Kurt lo mirara muy fijamente y lo besó.
 –yo también te amo como no te imaginas- dijo Kurt perdido en sus ojos, hipnotizado, perdido en los ojos color avellana de Blaine, mirándolo fijamente hablando de una manera suave, Blaine sonrió y se acercó lentamente a Kurt dejando un besito en su mejilla y después empezó a besar su cuello de una manera suave y dulce haciendo a Kurt gemir suavemente, sentía los suaves labios de Blaine recorrer su cuello de una manera tan dulce y excitante  que lo hizo volverse loco, Blaine comenzó a bajar sus manos hacia la camisa de Kurt, quería ya quitarle la ropa a su Kurt, quería poseerlo lo más pronto posible, moría por tenerlo recargado en su pecho desnudo, moría por ver a su novio completamente desnudo, quería tenerlo, quería poseerlo ya.
–Blaine, quítame la ropa ya- dijo Kurt muy excitado, lo que Blaine quería, que Kurt le rogara por hacer el amor, estaba sucediendo.
– ¿y tú me la quitas a mi bebe?- preguntó Blaine levantando un poco la camisa  de Kurt.
–pues no lo sé…- dijo Kurt tratando de provocar a Blaine –y que si no lo hago- Blaine levantó la cabeza, junto con una ceja, y se acercó a el rostro de Kurt lentamente.
– ¿En verdad no quieres quitarme la ropa amor?- preguntó suavemente y de una manera muy sexi al oído de Kurt.
–e-e-era solo una pregunta, nunca dije no querer… quitártela- respondió Kurt excitado
–te amo… lo sabes verdad Kurt?- dijo Blaine muy cerca del oído de su novio, cada palabra de Blaine hacia a Kurt estremecerse y excitarse más y más. Blaine mordió suavemente su oreja y bajo a su cuello besándolo con dulzura y pasión, Kurt no pudo hacer nada más que gemir al sentir los labios de Blaine recorriéndolo de ese manera. Kurt estaba seguro de que su novio no se contendría por nada, había estado mucho tiempo esperando este momento como para contenerse ahora. Blaine comenzó a levantar suavemente la camisa de Kurt, de poco en poco la fue sacando hasta dejar a su novio desnudo del torso, varias veces ya lo había visto sin camisa, pero en cierto modo esta vez Blaine sentía que su novio se veía especialmente sexi,  Blaine sentía como si cada poro de la piel de Kurt lo llamaran a besarlo, a besarle todo el cuerpo, a comérselo lenta y suavemente, con millones de besos sobre su blanca y cuidada piel.
-Blaine…- dijo Kurt algo nervioso –cuídame, ¿sí?- continuaba el castaño con ternura en su rostro.
–ni siquiera se te ocurra pensar lo contrario- dijo Blaine tomándolo en sus brazos y besándolo suavemente –te amo demasiado como para siquiera considerar el maltratarte amor- continuo mientras lo mantenía aferrado a su pecho y lo acariciaba lentamente de la espalda y las costillas.
-Yo también te amo mucho Blaine- dijo Kurt levantándose y tomando lentamente la camisa de Blaine y comenzando a quitársela. Haciendo que el otro quedara pasmado con la ternura de su novio al quitarle lenta y delicadamente la camisa, Blaine amaba la manera tan especial de ser de Kurt, como hacia todo con tanto cuidado y tanta gracia, él podía hacer que cualquier cosa se viera totalmente perfecta con el hecho de estar involucrado.
–Qué lindo eres- mencionó Blaine mirando fijamente a su novio, al cual se le empezaba a notar un sonrojo al tenerlo de frente y mirarlo tan dulcemente –Sigue tu pantalón- le susurró al oído mientras lo recostaba en la cama e iba bajando poco a poco para desabrochar su pantalón y quitárselo con delicadeza.
Kurt comenzaba a sonrojarse cada vez que Blaine le decía algo al odio, Blaine le quitó los pantalones tocando cada centímetro de su piel y dejándolo solamente en boxers, esos boxers pegaditos, azules que a Blaine lo volvían loco, lo consumía la excitación, el tener a su novio, que se veía tan sexi, con sus boxers más lindos el día en que cumplía años, su primera vez, de ambos, lo creía un sueño, pero no era solo un sueño, en verdad estaba pasando.
Sin poder esperar más tomó lentamente los boxers de Kurt y los fue bajando, sonriendo por el tierno y divertido sonrojo de su novio, que tenía demasiadas emociones dentro de él, estaba muy excitado, enamorado, feliz y emocionado a la vez, todas las emociones eran muy parecidas, pero todas muy fuertes, sentía que iba a explotar.
Blaine sonrió antes de besarlo nuevamente disfrutando cada movimiento, cada gesto. Disfrutando profundamente ese beso, Kurt fue quitando el pantalón de su novio junto con sus boxers, despojándolo de toda prenda y acariciándolo suavemente.
–Tus manos están tan suaves- dijo Blaine haciendo sonrojarse aún más a Kurt. Blaine estaba sintiendo las manos suaves y tersas de Kurt por cada poro de su piel, se sentía tan bien, al fin estar completamente juntos con su novio y disfrutar ese momento tan especial.
Te amo- dijo Blaine de nuevo a su odio, mordiéndolo suavemente y saboreándolo un poco –hmm sabes bien amor, me gusta el sabor de tu piel, el sabor de todo tu cuerpo- le dijo muy cerquita y fue bajando por  su cuerpo dejando besitos, hasta que al llegar a su miembro lo tomó entre sus manos y lo metió en su boca, provocando gemidos de su novio. Comenzó a lamerlo lentamente y darle besitos, disfrutarlo y hacerlo disfrutar.
Kurt comenzaba a chorrearse un poco, y Blaine lamia ese producto de su amor.
No puedo aguantar mucho más amor- atinó a  decir Kurt, y Blaine notaba que su novio, en verdad deseaba mucho ese encuentro. Así fue como Blaine se decidió a besar a Kurt de una manera algo demandante, pero tierna y comenzó a hablarle muy seductoramente al oído. –Voy a cuidarte amor…
A la mañana siguiente, que Kurt despertó en los brazos de Blaine, el cual aun estando dormido lo abrazaba, lo aferraba a su cuerpo desnudo.
Buenos días mi cachorrito- intentó despertarlo Kurt aun recargado en su pecho y acariciándolo suavemente.
Mmmhm buenos días mi amor- le contestó Blaine aun aferrándolo a su cuerpo – ¿te sientes bien?- continuó preguntándole.
Estoy maravilloso, ¿y tú mi amor?- preguntó Kurt a su novio, que aún no soltaba su agarre, no lo despegaba de su pecho ni por un segundo – ¿cómo te sientes?-
Estoy realizado amor, me siento feliz y completo- comenzó a decir Blaine, para luego completar –y te amo más que nunca-
Yo también, siento que te amo más de lo que nunca lo había hecho- le contestó Kurt, recargándose en su pecho, sin intentar que lo soltara, estaba muy feliz aferrado al pecho de Blaine 

Klainebastian


[Pensamientos de Sebastian] Me desperté  una mañana y me di cuenta… pude darme cuenta de a quien amaba realmente… Blaine, estuvo a punto de volver a Dalton y honestamente no me importó. Y he visto las fotos de este chico en los recuadros. Aunque ni siquiera pasó un semestre entero aquí. Kurt Hummel, he visto sus fotos con el uniforme de Dalton. Sus presentaciones con Blaine están gravadas. Aunque aun no comprendo porque le daban más la atención a Anderson que a Kurt. Claramente Kurt es mucho más talentoso. Y más lindo pero no sé porque siempre le damos más la atención a Anderson y tratamos de que el vuelva. [.]
Sebastian, siendo uno de Los Warblers más ricos y más ocupados. Hacia constantes viajes a New York, el nuevo “hogar” de Kurt. En uno de estos, había encontrado en un bar, a Kurt llorando en el baño. Mientras su amiga Rachel bailaba con un joven muy atractivo, quizá ella intentara hacerlo sentir mejor saliendo, pero no funcionaba, no si lo llevaba al lugar al que habían ido con Blaine y Finn antes de que este le revelara que lo había traicionado.
Por tener una muy grande educación fuera del área de la competencia, Sebastian no pudo hacer más que estar con Kurt hasta que dejó de llorar, haciéndolo reír y comenzando a darse cuenta de lo enteramente lindo que era ese chico. Después de ese día aun volviendo a Dalton y aun con el intento de lograr que Blaine volviera, no pudo dejar de pensar en el lindo y encantador chico que había encontrado en el baño de ese bar. Y desde ese momento comenzó a ir un poco más seguido a New York con la intención de encontrarse de nuevo a Kurt.
No lo lograba. Aun conociendo a un montón chicos nuevos, no lograba sacarse a ese lindo ojiverde de la cabeza, sin perder las esperanzas.  Seguía buscando a ese joven hermoso por todo Nueva York. Hasta que lo encontró.
Un día cuando ya la verdad no sabía dónde buscarlo. Entró en un café con la intención de descansar un poco y ahí lo vio. Peleando con varias órdenes de café que le acababan de entregar. Sin pensarlo ni un segundo, se acercó y tomó una de las bandejas de cartón que se le estaban cayendo, sorprendiéndolo. Él ya había salido de clases y Kurt seguía trabajando. Era justo la hora de la segunda ronda de café y este día solo tendría que entregar el café e irse. Al verlo un tanto distraído Isabelle su jefa le había dado el resto del día libre, solo debería ir por el café.
-hola- dijo Kurt un tanto nervioso, riendo y totalmente sorprendido de que Sebastian que tanto lo había odiado, desde la vez del baño fuera tan dulce con él.
-hola- dijo Seb con una enorme sonrisa en su rostro, sin poder ocultar la emoción que le producía el al fin encontrar a Kurt.
-gracias, en verdad muchas gracias. Se me estaba tirando todo.- dijo Kurt. Tomando una de las bandejas que aún le faltaban y pidiéndole que lo acompañara a dejarlas.
-estas muy ocupado?- preguntó Seb con miedo de no poder verlo de nuevo.
-no.  Gracias –volvió a decir Kurt riéndose – solamente me falta entregar este café- dijo señalando todas las bandejitas que llevaban entre los dos.
-entonces ya sales, después de entregar todo esto?- continuó Sebastian sonriendo aún más y abriéndole a Kurt la puerta de “Vouge.com” hasta donde lo había conducido.
Se sonrojó un poco ante este acto de caballerosidad y llevando a Seb detrás de él, comenzó a entregar a cada empleado del edificio el café que sabía de memoria. El otro no pudo evitar sorprenderse por la impresionante memoria de Kurt. Al entregar el último, el de Isabelle, dejando a Sebastian fuera de la oficina aun sonriendo, le reportó que se retiraría y agradeciéndole que le diera la tarde libre se dispuso a irse.
-espera Kurt,- dijo Isabelle y Kurt ya sabía lo que venia
-no Isabelle no somos nada, de hecho hasta hace muy poco nos odiábamos- respondió sin siquiera voltear a Isabelle porque sabía que se había sonrojado.
-Claro Kurt lo que digas, solo quería decirte dos cosas, la primera es que creo que deberías comenzar a salir con gente ya que siempre dices que lo quieres olvidar, pero no te veo intentarlo- dijo sonriendo y acercándose a él.
-Claro Isabelle, algo más?- dijo el pequeño sonriendo con ironía y volteando hacia ella.
-Si-  acercándose hasta llegar al oído de Kurt. –Del odio al amor, solo hay un paso. Mañana también tienes libre - le dijo al oído. Y Kurt solo sonrió le dio las gracias y se retiró.
Al salir, Sebastian fue detrás de él. Y comenzaron a charlar, cosa que nunca habían hecho ya que, hasta hace poco eran enemigos mortales. Pero ahora no había nada que le provocara repulsión u odio en ese sexi Warbler. De hecho notaba que era muy encantador, atractivo pero sobre todo caballeroso y muy elegante.
Kurt lo llevó a uno de sus restaurantes favoritos, aunque era algo caro, Isabelle le pagaba muy bien, realmente creía mucho en su potencial. La cena, comenzó como algo muy cómodo y  sobre todo amigable.
Lo que son las cosas no crees?- preguntó Seb tratando de empezar una charla más personal.
A que te refieres?- dijo el otro, ya que no entendía la pregunta.
Si, si no hubiera sido porque no conocimos mientras tú tenías novio, y ese novio me atraía a mí. Tú y yo pudimos habernos llevado muy bien desde un principio.- respondió dejando su vaso y su mano en la mesa
Quizá no es demasiado tarde- continuó Kurt acercando su mano a la de Seb.
Ambos notaron que el otro comenzaba a soltarse un poco y a coquetear. Después de la cena, que Sebastian insistió en pagar. Este propuso ir a bailar, pero Kurt tuvo una mejor idea, ir a su casa.
 Rachel estaba fuera, con Brody y como habían empezado a salir hace poco. Kurt dudaba mucho que llegara temprano. Así que propuso ir a su casa y ver unas películas con cobijas y chocolate ya que comenzaba a hacer mucho frio. El otro, viendo una oportunidad para avanzar aceptó encantado y abrazándose mutuamente, ya que Kurt se comenzaba a congelar, se dirigieron a la casa que Kurt compartía con Rachel.
Puedo ser completamente honesto- le preguntó Seb una vez que se sentaron en el gran sillón que Kurt y Rachel tenían en el centro de su departamento y encendieron la televisión.
Por favor-- fue  la respuesta que le dio, se moría de curiosidad por saber que estaba pensando este, que alguna vez había sido su enemigo y aunque sabía que era un “player” no podía evitar sentirse atraído hacia él.
Que lastima que tú tenías a Blaine cuando te conocí- soltó sin analizar lo que podría provocar eso.
A Kurt lo tomo por sorpresa. –a que te refieres?-
Si, hubiera sido mejor traerte a ti de regreso, en lugar de a Blaine, creo que hubieras sido más útil y también hubiera sido más fácil para mí, seducirte si estabas solo – le dijo, guiñándole un ojo, jugando un poco. Con esa encantadora sonrisa blanca, su cabello un poco revuelto por el viento y esos hermosos ojos.  Definitivamente. Sebastian Smythe era un galán, pero se veía tan dulce y lindo, siendo sincero con él.
Pero… si notas, que si no hubiera estado yo, Blaine no se hubiera ido de Dalton, y ni siquiera nos hubiéramos conocido tú y yo.- dijo sin saber honestamente que decir. Estaba muy impresionado por lo lindo que era Sebastian.
Hubiera sido una lástima no conocerte- dijo Sebastian tomándole la mano y comenzado a acariciarla mientras se acercaba un poco más a Kurt, que no se negaba.
… - Kurt estaba congelado, no solo por el frio. Si no por las palabras tan cálidas de Sebastian. Nunca había conocido este lado de él, pues de hecho, nunca había conocido ningún lado de él. Todo siempre habían sido insultos y amenazas y nunca se habían dado tiempo a conocerse ni a ser amigos. Ni mucho menos a coquetearse. Debía admitir que Sebastian era muy bueno conquistando, pero eso no evitaba que pensara en Blaine a cada palabra que decía.
Estas helado Kurt. Ven, -en un movimiento, Seb coloco a Kurt entre sus brazos y lo estrujó de una manera muy dulce y cálida. De una manera que a Kurt lo sorprendió más aún. Siempre se había imaginado a Sebastian como una serpiente, como un Slytherin o algo por el estilo, pero le daba mucha curiosidad que era muy dulce y cálido con él.
En poco tiempo, los dos se habían quitado las chamarras que traían puestas y las habían puesto en el sillón que estaba alado. Kurt, solamente con su camisa de botones, chaleco y pentalones grises. Y Sebastian que volvía a estrujarlo entre sus brazos, y ya solo traía una camisa, muy delgada y dejaba que Kurt sintiera su estómago marcado. Y un pantalón de mezclilla que había desabotonado.
Se dieron cuenta que ninguno le había puesto atención a la película. Así que mejor la apagaron y siguieron platicando.
Sabes Kurt,- dijo Seb que se sentía algo distante. Perdido en sus propios pensamientos –me di cuenta, el día que te encontré llorando… que siempre había estado enamorado de ti. Que todo lo que había hecho… de tratar de que Blaine volviera a Dalton, no era porque estuviera interesando en Blaine, sino por la competencia. Y que en verdad quería que ustedes se separaran para poder estar contigo. –tomando su mano, y mirándolo con mucha dulzura. Al verlo Kurt en verdad le creyó. Era impresionante, la manera en que ese chico, tan sexi con cabello de bronce pudiera seducirlo. La manera en que podía hechizarlo con sus palabras, palabras que antes odiaba que salieran, pero ahora estaba encantado escuchando.
No puedo aguantar más Kurt, por favor. Detenme si no quieres- y sin decir más, ese chico con el que tanto se habían odiado. Lo besó, primero muy despacio, probándose mutuamente. Y después con un poco más de ritmo. Pero pausado, dulce y cálido. Kurt se dio cuenta de que los labios de Sebastian sabían mejor de lo que habría pensado.
Pero aun así no se comparaba con los besos de Blaine, esos besos que tanto extrañaba. Se sentía muy culpable por estar dándole alas a Sebastian sin en realidad sentir algo por él. No, si sentía algo por él. Sentía una gran atracción, pero Sebastian le había confesado que verdaderamente estaba enamorado de él. No supo que responder, porque Kurt seguía amando a Blaine. Nunca dejaría de amar a Blaine. Nunca podría olvidar a Blaine.
Después de unos cuantos besos más, Kurt se separó, lo cual preocupo un poco a Sebastian que estaba comenzando a soltarse. Pero en el momento que iba a hablar, Kurt tomo su mano y lo condujo a su habitación, sentía que Rachel estaba a punto de llegar y no quería que los encontrara besándose en la sala. Así que lo llevó a su cuarto y ahí, recostados en la cama de Kurt. Hicieron el amor.
Al despertar Kurt, la mañana siguiente en los brazos de Sebastian. Primero se sintió bien, cómodo, calientito entre los brazos de ese chico que tan dulcemente lo había consolado y lo había hecho sentir mucho mejor. Pero después, al venirle la imagen de Blaine a la mente, el Blaine que nunca podía sacarse de la cabeza. Comenzó a sentirse terrible. No por él. Él no había hecho nada malo, no estaba con Blaine ni había traicionado a nadie. Pero en cierto modo, no se sentía tan atraído a Sebastian, como este le había dicho ayer que se sentía por él.
El darle a Sebastian la idea de que ellos podrían tener algo, era lo que incomodaba a Kurt. No significaba que no sintiera nada por Sebastian, si sentía algo por él, pero no era tan fuerte como lo que sentía por Blaine. A Blaine lo extrañaba con locura, nunca podía dejar de pensar en él. Y debía admitir, que mientras estuvo con Sebastian pensaba de vez en cuando que estaba con Blaine. Eso fue en parte lo que más lo lastimó, el que, aun cuando estaba con otro chico que era, tan bueno o quizá mejor que Blaine, no podía dejar de pensar en él, ni dejaba de extrañarlo.
Buenos días- se escuchó cálidamente en la habitación y Kurt sintió como el brazo de Sebastian lo acercaba aún más a su cuerpo.
Sonrió algo nervioso –buenos días- recibió un dulce beso en los labios por parte de el de cabello de bronce.
Al levantarse, Kurt notó el marcado cuerpo de Sebastian y aun viendo el hombre tan enteramente sexi con el que había dormido y sabiendo que era mucho más atractivo que su antiguo novio. No pudo evitar pensar en que, de todas maneras hubiera preferido, haber dormido con Blaine que lo que estaba pasando en esos momentos, aunque no le desagradara.
Luces adorable cuando duermes- le dijo Sebastian acariciando su cabello, cuando Kurt se conducía a la ducha, sonriéndole muy dulcemente sin dejar de sentirse culpable. -Y besas delicioso- continuó Sebastian tomándolo por la espalda, abrazándolo de la cintura, acercándolo más a su cuerpo y hablándole al oído.
Te duchas conmigo.-fue lo único que pudo decir Kurt. Y en la ducha continuaron acariciándose y mimándose, besándose y disfrutándolo ambos. Aun con la culpabilidad que Kurt sentía, disfrutaba y se excitaba con cada rose que tenía con Sebastian y este era feliz con la manera en que la estaba pasando con el chico que tanto había deseado.
Al volver a Ohio, ya que no podía quedarse para siempre en New York. Sebastian no dejaba de pensar constantemente en ese chico con el que había pasado días maravillosos y románticos. 
Poco después de lo que había pasado con Sebastian, Kurt se encontraba muy confundido. Y todo el tiempo estaba pensando, en Blaine, después en Sebastian, luego de nuevo en Blaine y después volvía a Sebastian. Así que un día, cuando de la nada, abrió la puerta de su departamento y ahí estaba Blaine sonriéndole con un enorme ramo de rosas rojas y amarillas, rogándole que lo perdonara. Al fin, accedió a hablar con él.
Blaine, debo serte honesto- comenzó a hablar Kurt, con la intención de explicar lo que había pasado con Sebastian. Se había dado cuenta de que el otro era, mil veces mejor que Blaine. No lograba explicarse porque seguía eternamente enamorado de Blaine. Teniendo a alguien tan sexi, adorable, dulce y considerado como Sebastian. –Estuve con Sebastian– soltó de golpe. No encontraba otra manera de decirlo. –Varias veces- continuó y la cara de Blaine cambió.
Pero cómo?- solo atinó a decir, se quedó helado con esa revelación. En cierto modo no tenía nada que reclamarle a Kurt. No estaban juntos cuando había hecho eso. Pues de hecho no estaban juntos en ese momento. Aún seguía siendo peor lo que él mismo había hecho.
Pues… - comenzó a relatar Kurt. –Habíamos pasado mucho tiempo en el bar al que los llevamos a Finn y a ti antes de que me dijeras que me habías traicionado-
Si, en el que te canté “Teenage Dream”- dijo Blaine. Ubicando el lugar le haría más fácil figurarse la escena.
Si ese.- le contestó Kurt algo incómodo. Esa canción, lo hacía llorar mucho desde ese día. La canción que había sido su favorita cuando lo conoció. –bueno, Rachel estaba bailando con Brody, y yo estaba en el baño, solo, llorando a mares. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado ya, y de la nada. Un joven de ojos resplandecientes y cabello de bronce, entró a mi cubículo. Al verlo, pensé que vendría a molestarme, a reírse de mí, o a echarme en cara que él había sido el que había estado contigo.- dijo Kurt explicándose
Ya te dije que no fue Sebastian con quien estuve- interrumpió Blaine.
Eso ya lo sé, él me dijo que no haría nada de eso. Me explico, que si quería que tú volvieras a Dalton era por la competencia, pero que si quería separarnos era para tratar de estar conmigo. No contigo- le explicaba Kurt con una cara de que, claramente aún seguía dolido con Blaine.
Y me estuvo consolando, me hacía reír y fue totalmente dulce y encantador. Caballero…- Kurt parecía comenzar a perderse en sus pensamientos y cuando soltó un gran suspiro, Blaine se preocupó aún más. Esos suspiros, en otros tiempos solo los provocaba él, no Sebastian. Nunca Sebastian.
Después, unas semanas después, llevando el café a la oficina. Detuvo unas charolas antes de que se me cayeran. Me ayudó a llevarlas, abrió la puerta del edificio aun cuando los dos estábamos igual de cargados y me siguió por todo “Vouge.com” repartiendo el café. – cuando Kurt le relataba esto. Blaine no podía dejar de pensar en todo lo que les había hecho Sebastian. Quizá para separarlos y ahora sabía que era para quedarse con su Kurt. Pero nada de eso había funcionado, si no que por su culpa, (de Blaine) ahora había tenido la oportunidad de acercarse a SU pequeño Kurt y no solo eso, lo había conquistado hasta llevarlo a la cama, VARIAS VECES.
Y fue demasiado dulce, cuando me llevó a cenar, y después que me abrazó para que no me diera tanto frio- seguía contando Kurt, que no se daba cuenta de lo doloroso que era eso para Blaine. Ni de que se estaba perdiendo en sus pensamientos de nuevo
Para Kurt- dijo Blaine que ya no podía más, el dolor lo estaba matando. No quería que Kurt continuara relatándole el cómo se enamoró de Sebastian, si es que estaba enamorado –solo quiero saber una cosa, ¿significó algo para ti? Es lo único que necesito saber, ¿Sebastian significa algo para ti?
Pues…- Kurt no sabía que responder. Ni siquiera él mismo sabia quien significaba más para él, Sebastian había sido perfecto, dulce, hermoso. Y Blaine también lo había sido, antes de traicionarlo. –no lo sé Blaine, Sebastian, fue… dulce, tierno, debemos admitir que es muy, MUY sexi y muy atractivo también. Es elegante y caballeroso. ¡Por eso no entiendo porque te sigo amando tanto! –soltó ya Kurt. La cara de Blaine se iluminó, Sebastian no significaba tanto como él para Kurt. Aunque seguía preocupándole el que se expresara de esa manera tan dulce de Sebastian.
Pero bueno Kurt, si no sientes nada por Sebastian, solo te preocupa cómo se vaya a sentir. Podemos arreglarlo, ambos hablamos con él y le explicamos- trataba de darle menos importancia, para que Kurt se enfocara más en que ellos dos volvieran.
Ese es el problema Blaine, si siento algo por Sebastian, no sé cómo lo hace. Es encantador, dulce y sincero. Fue lo que más noté en su mirada, sinceridad. Cuando me decía que me quería, cuando me abrazaba, cuando…-ya no quería decir más, sentía que se estaba pasando de lo que Blaine debía saber. –para serte honesto, yo había pensado en tratar de olvidarte, estar con él. Que es tan dulce conmigo y tan lindo conmigo. Así que ahora que vienes aquí, no sé qué voy a hacer. Por favor Blaine, vete. Necesito estar solo.
Al volver a Ohio, lo primero que hizo Blaine, fue ir a Dalton. Tenía ganas de matar a Sebastian por lo que había hecho. Básicamente Kurt le había dicho que si no fuera porque se estaba enamorando de Sebastian, Kurt hubiera vuelto con él.  Buscó a Sebastian por todos lados, hasta que lo encontró.
Por tu culpa, Kurt no quiere volver conmigo- soltó solo al verlo, apuntándolo y todos los demás que se encontraban en el salón de ensayo de los Warblers, comprendieron que debían salir.
¿Por mi culpa? ¿Quién lo lastimó Blaine? Te juro, que cuando me enteré de lo que le habías hecho, me daban ganas de matarte. ¡Tenías al mejor chico de todo Ohio, y ahora New York y lo lastimaste! No puedo creer que aun tengas el descaro de venir a culparme- le contestó Sebastian.
Con la conciencia de que era verdad lo que Sebastian decía, Blaine se derrumbó. Tenía razón, toda la razón, él había desperdiciado el tiempo con el mejor chico de todo Ohio y New York. Así, que cuando Sebastian se acercó a él. Él no pudo más y se largó a llorar. Sebastian, que aunque seguía enojado con Blaine, comprendía que él y Kurt eran almas gemelas. Por más que amara a Kurt. Lo comprendía y lo aceptaba, así que preguntó –porque dices que por mi culpa Blaine?- ya en un tono más dulce, dándose cuenta de que Blaine sufría por su error.
Porque está confundido, dice que ya no sabe a quién quiere más, me contó lo que pasó entre ustedes- contaba Blaine entre sollozos. La cara de Sebastian cambió al imaginarse que Kurt le había contado TODO
¿Te conto todo?- preguntó tratando de imaginarse a el tímido de Kurt contando todo lo que hizo con él.
No, no todo, no pude resistir más y lo detuve- completó Blaine. Era verdad que no había resistido mucho de escuchar a su ex hablarle sobre el chico que más había odiado. –pero siempre repetía que eras dulce y amable y tierno y que fuiste encantador con él y…-se largó a llorar de nuevo, ahora más fuerte- parecía tan enamorado y todo es mi culpa.
Bueno, primero debo decirte que si es tu culpa- aclaró Sebastian- pero, yo sé que ustedes son almas gemelas. Que están destinados a estar juntos, no te voy a negar, que amo a Kurt con cada fibra de mí ser. Pero… a él le dolió hasta el alma lo que le hiciste- Blaine volvió a llorar –y quizá no debería decir esto, pero disfrutó mucho el estar conmigo. Pero sabes de que me di cuenta, en todo me comparaba contigo. Aunque no lo dijera, te extraña demasiado, quizá quiere darte una lección por lo que le hiciste. –Blaine ya no sabía que decir. Sebastian no era tan malo como se había imaginado, le estaba diciendo que él sabía que Kurt y él eran almas gemelas.
Te diré algo, iré a verlo este fin de semana, ya habíamos quedado, hablaré con él y lo haré entrar en razón, ¿te parece? Y luego te apareces tú y hablas con él– le dijo Sebastian, que se estaba comportando encantador con ambos.
Y así fue, Sebastian pasó por Kurt a “Vouge.com”, a Kurt se le iluminó la cara al verlo. Y cuando Sebastian le contó de la escena de celos que le hizo pasar Blaine, en Dalton. Kurt se enojó aún más con Blaine. Pero Seb le explicó lo destrozado que el otro estaba por lo que había pasado. Que aunque no se lo hubiera mostrado, estaba loco de celos porque ellos dos ahora habían estado juntos, porque en cierto modo, Kurt lo estaba “superando”.
Ese es el problema- dijo Kurt muy bajito, creyendo que Sebastian no lo había escuchado.
Sebastian sonrió, -cuál es el problema Kurt?- dijo, llevándolo del brazo por las calles nevadas de New York.
Que no lo estoy superando, mientras más tiempo paso contigo, más tiempo lo pienso. No te ofendas pero me traes mucho su recuerdo- Seb solo sonrió, él ya lo sabía, lo supo desde un principio. Que Kurt y Blaine nunca podrían olvidarse el uno al otro, nunca podrían “superarse” porque ellos son almas gemelas.
Yo lo sabía- dijo Sebastian con la cabeza gacha, aunque sabía que ellos eran almas gemelas que sin importar nada, se perdonarían lo que fuera, aún tenía la esperanza de poder estar con Kurt.
Que sabias Seb?- dijo Kurt, recargando su cabeza en el hombro de Sebastian, cada vez acercándose más a él, acariciando su brazo y Blaine que los observaba de lejos, muerto de los celos resistía siguiendo el plan de Sebastian.
Que ustedes dos son almas gemelas, están destinados a estar juntos, no importa lo que pase. Aunque aun así, yo seguía con la esperanza de poder estar contigo. Porque te amo –se detuvo, y tomándolo de la barbilla de dio un dulce beso en los labios, que se prolongó un poco más de lo que Blaine pudo soportar.
Cuando estaba a punto de acercarse. Vio que Sebastian se separaba de Kurt, y comenzaba a buscarlo con la mirada, hasta que sus miradas se cruzaron, le hizo una señal para que se acercara. Sonrió de una manera triste –ustedes dos serán muy felices juntos- besó la mano de Kurt que tenía tomada, la dejo entre las dos de Blaine, y comenzó a caminar, con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha- ojo Anderson- dijo Sebastian a pocos metros de ellos, deteniéndose –vuelves a lastimarlo y será todo mío- siguió caminando y se alejó de ellos. En ese momento, Kurt pudo notar lo mucho que Sebastian lo amaba y sintió el impulso de ir por él, pero había hecho todo eso para que con Blaine, estuvieran juntos. Así que le daría una nueva oportunidad a Blaine, por Sebastian.
Giró su cabeza hacia Blaine, y con una sonrisa traviesa le dijo –vuelve a hacerme algo como lo que hiciste, y te mato eh- le dijo apuntándole con un dedo pero aun así sonriendo y acariciando su mano.
De ahora en adelante, no haré más que estar a tus pies mi amor- dijo Blaine besando su mano donde Sebastian lo había hecho.
Te amo Blaine- le dijo Kurt poco antes de dejar un dulce beso en sus labios,
También te amo Kurt – tomándolo de la cintura para acercarlo a sí y besándolo de nuevo, ahora un beso más prolongado, muy dulce y lo primero que vino a la mente de Kurt, fue que quizá Sebastian no era mejor besando que Blaine, que nadie era mejor besándolo que Blaine.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Blainchel broos



-Otro día común en Mckingley… pensó Kurt mientras se arreglaba como todos los días, a las 6:30 de la mañana, sentía que su vida se había vuelto muy monótona desde que empezó el nuevo curso de junior en William Mckingley High School, para este entonces ya iba a mitad de curso y Kurt sentía que su vida se había vuelto muy, muy aburrida.
Quería que algo nuevo pasara, tenía a sus mejores amigas (Mercedes y Rachel) y a su hermano (Finn) sin contar a sus demás amigos, pero aun así sentía que algo le faltaba, sentía que necesitaba algo más para que su vida fuera completamente feliz y plena.
Está bien… debo prepararme…. Para otro día aburrido en la escuela- Kurt terminó de prepararse y después de llamar a Finn, ambos tomaron camino hacia la escuela, no hubo charla interesante mientras caminaban, cada uno iba perdido en sus propios pensamientos, sin contar que no tenían mucho en común, ambos se querían pero no hablaban demasiado, si acaso cuando Kurt regañaba a Finn sobre su manera de tratar a Rachel, con al cual Finn salía. Llevaban ya un tiempo juntos y eso a Kurt lo hacia muy feliz, le agradaba la idea de que Rachel pudiera ser feliz con alguien tan bueno como el.
Pero… al mismo tiempo el ver que ellos fueran tan felices, que su otra mejor amiga Mercedes fuera tan feliz ahora que todo se había arreglado con Sam y estaban juntos lo hacia sentir algo solo… quería encontrar alguien lindo, no había sentido nada por nadie desde… Sam… mmmhm… le causaba gracia, que la primera persona que le había gustado era Finn el novio de una de sus mejores amigas… y después al principio de este año se había interesado por Sam, el ahora novio de su otra mejor amiga.
Esto lo hacia darse cuenta de porque eran amigos… tenían gustos muy parecidos, básicamente por el hecho de que a Kurt le habían gustado esos chicos, ellas habían terminado saliendo con ellos, eso le causaba risa, pero le hacia preguntarse, por qué él no podía encontrar a alguien especial como lo hicieron sus amigas.
Sin darse cuenta había llegado a la escuela y Finn ya se había ido a buscar a Rachel. Así que se encontraba solo vagando por los pasillos de la escuela sin percatarse de a donde iba, aun perdido en sus pensamientos. Chocando con montones de gente, gente que lo empujaba, que lo movían y no les importaba, lo lastimaban y no les importaba, pero en ese momento, como era costumbre choco con alguien mas… haciendo que se cayeran sus libros, alguien que lo volteo a ver –oh lo siento- el chico le sonrió –en verdad lo siento- dijo el chico agachándose a recoger sus libros y los de Kurt, extendiéndole los libros al pararse y sonriendo hacia Kurt
Gracias- dijo Kurt aun impresionado de que alguien le hubiera ayudado, y sonriendo *sonó la campana* a Kurt le tocaba de primera hora la reunión del club glee y el señor Shue les había anunciado un día antes que tendrían un anuncio de algo especial al otro día, algo que había emocionado mucho a Rachel pero no sabia que, casi todo lo que pasaba en el club glee le emocionaba mucho a Rachel
Emm bueno debo irme- dijo Kurt apurado y sonriendo al chico extraño y se dirigió corriendo al club glee.
Entró al salón como de costumbre, con todo lo del chico extraño que pasó se había olvidado un poco de lo de la monótona y aburrida vida aunque no pareciera ese chico le había alegrado un poco el día.
Hey Kurt siéntate aquí- dijo Mercedes indicándole a Kurt un asiento junto a ella, en eso el señor Shue se situó enfrente de ellos.
Buenos días chicos, em... Bueno sin distraerlos más, Rachel tiene algo que decir- indicando a Rachel que estaba parándose como de costumbre con una gran sonrisa en la cara y apunto de hablar, dijo algo que Kurt no escucho muy bien porque se dio cuenta que el lindo chico con el que había chocado en la mañana estaba fuera de la puerta del club glee, y se notaba algo nervioso.
Al verlo entrar notó que miro con una sonrisa al grupo, y que al situar sus ojos en Kurt y Mercedes se puso algo rojo, gachó la cabeza, sin que los demás se dieran cuenta, y sin que dijeran nada más comenzó a sonar la música de un mash-up que Rachel y el habían preparado (hungry like the Wolf/rio) el cual comenzaron a cantar enérgicamente.
Al terminarlo Rachel lo tomó del brazo y volteó  a la clase, el aun un poco nervioso –es el, Blaine, fue transferido de Dalton, un internado para hombres- dijo Rachel abrazando por el cuello a Blaine el chico nuevo, Kurt volteó a ver a Mercedes algo extrañado
Quien es el chico nuevo cantando con Rachel?- le preguntó de una manera nerviosa y a la vez curiosa ocultando un poco su cara para que su mejor amiga no notara su sonrojo.
No escuchaste? Es el hermano de Rachel que se transfiere a Mckingley- dijo Mercedes sin prestar mucha atención al nerviosismo de su amigo, lo quería demasiado y habían pasado tanto tiempo juntos desde que entraron a la escuela que ella podía notar perfectamente cuando él se emocionaba o le gustaba alguien –Kurt, no lo conocías? Bueno, nadie de nosotros lo conocíamos, creo que iré a reclamarle a Rachel en el recreo, me parece injusto que siendo nuestra mejor amiga nunca nos haya presentado a su atractivo hermano blanco, podría ser tu oportunidad- dijo codeando a Kurt al notar que no dejaba de mirar al hermano de Rachel que se sentaba en uno de los asientos de enfrente junto a Rachel.
La clase de el señor Shue paso junto con toda la mañana muy rápido y de manera muy aburrida, Kurt y Mercedes tenían una que otra clase juntos en la mañana y se pasaron hablando de el chico nuevo, Blaine el hermano de Rachel, en todas ellas.
Este chico no se lo volvieron a topar en toda la mañana lo cual fue una suerte porque no hubiera sido muy cómodo hablar de él con él muy cerca. Llego la hora de la comida, una de las favoritas de Kurt porque podía ver a sus amigos y a su hermano al mismo tiempo.
Ahh al fin- dijo Rachel dejando su bandeja en la mesa en la cual estaban sentados Kurt, Mercedes y Finn dándole un beso a Finn y notando que Kurt y Mercedes no dejaban de verla –hmm que pasa chicos- dijo algo nerviosa y antes de que pudiera terminar ya estaban jalándola ambos para hablar un poco más privado mientras Blaine se sentaba del otro lado de Finn saludándolo.
Él si lo conoce- preguntó algo histérico Kurt mirando a Rachel aun sin soltarla
A que te refieres- preguntó Rachel algo extrañada, no entendía a que se refería su amigo
A Blaine- continuó el chico poniendo una cara seria y cómica a la vez. Mercedes no pudo contenerse más y soltando a Rachel se echó a reír
Qué?- preguntó Kurt aun algo histérico pero sin poder contener la curiosidad que le causaba la risa de su amiga.
Kurt, te pusiste rojísimo! Espero que nadie más que nosotras se haya dado cuenta!- soltó de una Mercedes, casi gritando.
Calla!- gritaba Kurt, casi haciendo pucheros y notó que Rachel tenía ganas de reírse.
Ya, ríete Rachel- le dijo haciendo un ademan con la mano de que ya no le importaba, a lo cual Rachel se largó a reír. Pero se detuvo al notar que todos los miraban.
Te gusta mi hermano Kurt!- le dijo, ya conteniéndose un poco y bajando más la voz ya que Blaine estaba muy cerca.
Digamos que me llamó la atención antes de saber que era tu hermano, y básicamente es tu culpa por no presentármelo antes!- le reprochaba Kurt, nunca le perdonaría el no haberlo hecho.
Perdón, pero muy bien sabemos que el que te lo hubiera presentado antes no hubiera cambiado el que te gustara o no- trataba aun de contenerse su amiga, en verdad no le molestaba, ya que de hecho ella salía con el hermanastro de Kurt y el hecho de que Kurt se convirtiera en su cuñado de dos maneras diferentes le parecía muy emocionante –Mercedes sigue muerta de la risa- volteó a verla porque, sentía que no podían hablar bien con su amiga ahí casi ahogándose.
Ya Mercedes, no es gracioso- le reprochó Kurt, aunque sabía muy bien que Mercedes llevaba toda la mañana conteniendo su risa.
Hay, te quiero mucho Kurt, solo que me dio mucha risa tu cara, cuando te dije que Blaine era el hermano de Rach- Mercedes seguía riendo un poco pero ahora trataba de contenerse por su amigo
Bueno, Kurt, quieres que los presente formalmente. Está bien- y antes de que el castaño pudiera decir cualquier cosa, Rachel ya lo había tomado de la mano y lo conducía hasta la mesa en la que Blaine y Finn estaban muy cordialmente charlando como si fueran amigos muy íntimos.
Justamente, Blaine estaba sentado a un lado del lugar de Kurt así, que lo único que tuvo que hacer Rachel fue sentar a su amigo de nuevo en su sitio y decir –Blaine- tomando del hombro a su hermano –él es Kurt, el Kurt del que tanto te hablo. Ahora, Kurt, él es Blaine, el Blaine del que nunca te había hablado- ante esto, Blaine volteó a ver a su hermana con cara de reproche
Nunca le has hablado a tus mejores amigos de mí?- preguntó sintiéndose algo ofendido. Kurt lo único que pensaba era en la hermosa voz de Blaine.
Lo siento Blainie, usualmente tengo cosas mejores que hacer- respondió Rachel encogiéndose de hombros
Ya te he pedido mil veces que no me digas Blainie!- dijo Blaine algo irritado y sonrojándose aún más –y que es mejor que hablar con tus amigos de tu hermanito? – siguió poniendo cara de ángel, que de por sí, ya tenía hipnotizado a Kurt.
Bueno, ya. Hazle caso a Kurt, que casi me mata por no haberlos presentado antes- dijo Rachel tomando del brazo a Finn y jalándolo para que se fueran a fingir que estaban ocupados, cosa que Mercedes entendió como un “deja los solos”
Blaine volteó a ver a Kurt, que aún seguía en cierto trance pero que miraba de una manera asesina a su mejor amiga y rogaba a la otra que no se fuera. Cosa que Blaine notó y por lo mismo preguntó –que, temes quedarte solo conmigo? no te preocupes, no muerdo. A no ser que tú me lo pidas.
Ante estas palabras, Rachel se atacó de risa mientras se alejaba y hacia una nota mental en la que recordaría que debía interrogar a su mejor amigo y a su hermano sobre qué había pasado cuando los dejaron solos, y que le enseñaría a su hermano a coquetear.
Kurt también se rió comprendiendo que ese chico no salía mucho de su escuela privada y comprendió porque quizá Rach no se lo había presentado antes –En verdad consideras eso coquetear- preguntó, con lo que Blaine se sonrojó aún más y agachó la cabeza –eres muy lindo, pero así no se habla pequeño. Mejor podrías probar algo como…- dijo Kurt pensando un poco y algo extrañado por la manera tan peculiar en que había comenzado su charla.
Quizá podría comenzar con que… -comenzó a decir Blaine, ya un poco más desinhibido –moría por saber tu nombre desde hoy en la mañana y me alegro mucho de que seas amigo de mi hermana porque tendré muchas excusas para verte- Kurt quedó impresionado, en cierto modo, esas palabras cambiaban mucho la perspectiva que había tenido de él cuando habló por primera vez, había cambiado por completo su perspectiva.
Mejoras- dijo Kurt algo divertido y preguntándose, quien era verdaderamente Blaine Berry –y verdaderamente eres muy lindo – continuó acercándose un poco más a él
Blaine sonrió y cuando estaba a punto de probar otro bocado de su almuerzo, llegaron dos mastodontes del equipo de hockey diciendo –bienvenido a Mckingley marica- y le lanzaron un slushie a Blaine. Este, no se lo esperaba y quedó en shock. Kurt de inmediato lo levantó del asiento y tomando la mochila de ambos se dirigieron a los baños de hombres, los del último piso a los cuales nadie iba.  Ya que Kurt tenía por seguro que si iban a los más cercanos volverían a atacarlos esos mastodontes.
Lo siento- dijo Kurt limpiando con una toalla el pecho congelado de Blaine, que se había quitado la camisa para poder limpiarse el rojo de todo el cuerpo –todo es mi culpa, como te vieron hablando conmigo debieron pensar que eres gay- le transmitió Kurt en verdad arrepentido de poner en peligro a él lindo hermano de Rach.
Entonces- comenzó a decir Blaine, algo rojo por la manera tan hábil que Kurt tenia de limpiarlo, estaba pasando la toalla por todo su pecho y su cuello –el hecho de que en realidad sea gay no tiene nada que ver?- preguntó algo divertido al darse cuenta que aún no lo había notado.
En verdad eres gay?- preguntó Kurt, poco impresionado, lo había imaginado por la manera de vestir de el joven, pero suponía que solo tenía estilo por sus padres- Qué alivio- susurró y creyendo que el otro no lo había oído continuó –bueno, dudo que esos idiotas lo tengan seguro, solo que al verte charlar conmigo, ya te habrán marcado- algo melancólico. Cambió de toalla para poder limpiar a Blaine mejor. Remojándola un poco comenzó a pasarla por su cabello, que había sufrido gravemente por el hielo y colorante.
Y si no me importa que me hayan marcado- Blaine, que estaba sentado en una silla entre los dos lavabos del baño, con la cabeza recargada en uno de los lavabos y Kurt, que acababa de lavar su cabello se lo estaba secando. Levantó su cabeza lentamente acercándose al rostro de Kurt –para empezar, marcado en qué sentido?- preguntó algo distraído por los lindos ojos verde olivo que lo miraban fijamente.
Marcado- comenzó a decir Kurt, cortando la clara conexión que estaba habiendo entre ellos, moviendo la cabeza hacia un lado. Continuó tratando de acomodar un poco el lindo y rebelde cabello negro del hermano de su mejor amiga –marcado, en el sentido de que ahora, todos te molestarán y te atacarán diciendo que eres mi novio- agachó un poco la cabeza. Si no querían que empezaran todos a molestar a Blaine con que era el nuevo novio de Kurt, tendrían que evitar que los vieran juntos, eso entristecía algo a Kurt. Tenía la esperanza de poder encontrar a alguien especial por primera vez en su vida.
¿Y si no me molesta ser llamado tu novio?- tomando la barbilla de Kurt, para que lo mirara directo a los ojos. En casi nada de tiempo, Blaine se había vuelto adicto a esos ojos, tenía la necesidad de ser mirado y observar con detenimiento esos hermosos y verdes ojos – ¿y si al contrario, quiero ser llamado tu novio?- continuó, mirando fijamente a Kurt, tomando la mano que, estaba pasando por su cabello y la otra que estaba sosteniéndolo del rostro con un toque muy suave, y con mucha delicadeza, tomándolas ambas entre las suyas y poniéndose derecho en la silla le dijo – ¿y si en verdad, me gustaría ser tu novio?
Y así fue como sin preguntar, ni decir más. Tomando, ya solo una de las manos de Kurt y entrelazando los dedos con esta, lo tomó por la barbilla y le dio un dulce toque con los labios. Posando sus labios sobre los de Kurt, acercándolo cada vez más. Se hundieron juntos en un beso que ninguno de los dos esperaba. Pero que ambos deseaban y que había llegado en el momento oportuno y así continuaron besándose por unos minutos.
Kurt, se separó por un segundo -Creo, que deberíamos irnos, es club glee, emm… el señor Shue se preguntará dónde estamos- usando la mano que había estado en la nuca de Blaine mientras se besaban para rascarse la cabeza, aun sin soltar la mano que estaba entrelazada con la de Blaine
Blaine rió, estaba seguro de que su hermana le interrogaría esta ausencia en el club, aunque llegaran en ese mismo momento y más, si llegaba con Kurt. Algo que planeaba hacer, no sin antes decir –sí, creo que deberíamos ir. Pero antes- levantándose de su asiento para quedar ambos parados y tomando la mano de Kurt, con delicadeza, acariciándola suavemente le preguntó -¿quieres ser mi novio?, por favor, di que sí, te he estado buscando desde siempre.
Kurt se sonrojó mucho ante esta declaración, y comenzó a pensar que en verdad nunca le perdonaría a su amiga el no haberle presentado antes a su principesco hermano –sí, Blaine, si quiero ser tú novio- poniendo énfasis en el tú, y triando de Blaine para abrazarlo muy fuertemente y demostrarle toda la emoción que tenía dentro.
De un momento a otro, Kurt tomando su celular, escribió un mensaje –debemos cambiarte esa camisa- señalando la camisa empapada que había llevado Blaine puesta en el momento que recibió el slushie.
No tardó mucho en llegar Rachel, que había sacado la camisa de repuesto que Kurt siempre tenía en su casillero y la había traído. Ya en el baño, Blaine y Kurt le explicaron lo que había pasado con el slushie y, como no era algo nuevo que los del equipo de hockey atacaran a alguien del club glee, no necesitó hacer más preguntas, hasta que
Un minuto- gritó de la nada –están tomados de la mano…- continuó poniéndose muy emocionada –no me digan que…
Se soltaron, nerviosos. Ninguno de los dos sabia como era tener novio, solo entendía que estaban perdidos unos sin el otro.
Luego te lo explico- trató de minimizar Kurt, y Blaine tomó de nuevo su mano y entrelazó dedos con él. Su hermana de todas maneras lo interrogaría, así que no le importaba que lo viera de la mano con su nuevo novio.
Si Rachel, ya le pedí que sea mi novio- soltó Blaine y Rachel brincó de emoción y los abrazó a ambos. Siempre había querido que ambos fueran felices, pero no se había imaginado que su hermano y su mejor amigo podrían estar juntos. No lo había pensado, pero ahora le parecía una maravillosa idea.
Perdón Kurt- siguió Rachel –en verdad nunca me los imaginé juntos, nunca pensé que se interesarían por el otro, me voy dando cuenta, que lucen perfectos juntos, nacieron para estar juntos- continuaba su amiga muy emocionada y en verdad arrepentida.
Ya Rach- Blaine se acercó un poco más a su novio
No importa –dijo Kurt, y Blaine lo abrazó
Mejor tarde que nunca –completó Blaine para después dar un beso en la mejilla a su novio, aun no le parecía muy cómodo el besarlo en los labios frente a su hermana.
Bueno- continuó Rachel, mirando su reloj –debo ir a buscar a Finn, faltan unos minutos para que suene la campana, y hay que ir a la junta del club glee, así que, me despido- se acercó a Kurt y le dijo al oído, riendo -mucho cuidado con mi hermanito eh – y después se acercó a Blaine –cuida a mi mejor amigo- y le guiño el ojo. Blaine sonrió y le dio un empujoncito para que se fuera, quedando solo con Kurt.
En cierto modo, a su extraña y dulce manera, mi hermana ya nos dio su bendición- Blaine, tomando a Kurt por la cintura, recargándose contra un lavabo y poniéndose la camisa que Rachel había traído, daba su punto de vista.
Kurt, riendo y conteniéndose de probar de nuevo esos dulces y carnosos labios tomó la camisa sucia de Blaine y comenzó a doblarla –cierto, aunque prácticamente nos la había dado cuando nos obligó a quedarnos solos en la cafetería- metiendo la camisa en su mochila comentó –te la devolveré cuando me devuelvas la mía- aun riendo y recargando su espalda en su novio.
Rodeándolo con sus brazos y uniéndolo más a sí, le dijo al oído – ¿y si no te la devuelvo?- dejando un beso cerca de su oreja.
Yo me quedo la tuya – respondió Kurt dando la vuelta y quedando de frente a Blaine.
Trato hecho- comentó Blaine y le dio un beso, -ahora… al club glee… tendremos que unirnos para explicar lo que paso…- comenzó a pensar en todo lo que deberían decir y lo que no.
Con Rachel fue fácil porque ella, estaba a favor de esto, además de que ella parece que lo tenía planeado en cierto modo- Kurt también estaba preocupado por lo que dirían –va a ser difícil, algunos no lo van a aceptar, soy muy codiciado en el club glee –dijo bromeando
¿Ah sí?- preguntó Blaine –entonces ¿tendré que pelear con exnovios celosos?- también Blaine bromeaba
No, no exnovios- completó Kurt –admiradores, de Kurt Hummel, los hay por toda la escuela- reía mientras le hablaba al oído.
Pues me enfrentaré a ellos –continuó Blaine haciendo una pose heroica, para luego echarse a reír. Poniéndose serio lo tomó de la cintura y le dijo –pelearía con mil ejércitos para tenerte. Provocando mas sonrojos de Kurt.
Así fue, como se decidieron a entrar de una vez al club glee y enfrentar a todos, juntos. Se tomaron de la mano y se dirigieron a salón del club glee, ya algo tarde. Y al entrar, sintieron todas las miradas sobre ellos, pero no les importó. Ante la gran sonrisa de Rachel y Mercedes (que había sido alertada por su amiga) entraron ambos y el señor Shue, que estaba algo preocupado por su tardanza (aunque Rachel le había aclarado que todo estaba bien), les pidió que se explicaran.
Así fue que relataron lo de la cafetería primero, después el slushie, para seguir con la carrera hasta el baño (cuando mencionaron el baño, santana y puck no pudieron evitar el “wanky” tan típico de ellos) y después saltaron una parte (los constantes besos) del baño, y también relataron el llamado a Rachel, la cual aclaró que por eso sabía que todo estaba bien a lo cual santana respondió con un “más que bien parece” señalando las manos entrelazadas de Kurt y Blaine, para terminar diciendo que ahora, eran novios. Con una gran sonrisa en su rostro, a lo que muchos gritaron “al fin” y rieron estruendosamente, provocando que Kurt, (que ahora tenida mucho a sonrojarse) se pusiera rojo de nuevo y lo ocultara recargándose en su novio